lunes, 18 de enero de 2010

Esa bendita melodía!

Suena tu teléfono celular.

Lo primero que te preguntas es "¿uy, en dónde lo dejé?", e intentas recordar cuándo fue la última vez que lo usaste o qué ropas llevabas.

Dejas rápidamente lo que estabas haciendo y comienzas a moverte, tratando de encontrarlo.

Sigues sigilozamente el sonido de la melodía seleccionada y, de repente, te transportas a tu niñez.

"Marcoo" gritabas; "poolo" te respondían.

Te vas acercando, a cada paso dando una pisada más desesperada, tratando de llegar a tiempo -antes de que corten.

" Pero ¿quién será?" -te preguntas. Sabes que nadie te llama, y menos a esa hora...

Sigues caminando, pensando en el jardín, en la primaria...

"Frío, frío, tibio, tibio..."

Y para cuando finalmente llegaste, "click".

Cortaron.

" Pero si no tardé tanto! Esta gente que corta enseguida..." -murmuras.

Tratas de ver quién llamó, pero claro... Tu telefonito tiene una tecnología tan obsoleta y le agarran tales histeriqueadas que sólo identifica las llamadas que se le antojan; posiblemente las que podrías llegar a "descifrar" sin gran dificultad.

Entonces te quedas quieta, tratando de decidir qué hacer.

"Cortó rápido; seguro llama de nuevo..." -deduces.

Y así, decides esperar a que vuelva a sonar esa detestable melodía.

1 minuto, 2 minutos...

"Ya va a llamar..."

3 minutos...

Desistes.

"No sería importante".

Y vuelves a realizar lo que estabas haciendo.

Pero no termina ahí; ¡¿cómo podría?!

Sabés perfectamente que tu aparatito te detesta tanto como lo detestás vos; y no es necesario mencionar que lo único que hacía falta era que te alejaras lo suficiente, para que volviera a sonar.

Por un instante no puedes más que quedarte protestando en silencio.

Pero enseguida, vuelves a dejar todo, y vuelas a atender.

Esta vez sabes en dónde está el móvil, por lo que llegas a tiempo.

Atiendes.

"Hola?"

Nada.

Esperas.

Y de pronto comienza a sonar otra melodía infernal, y sientes una voz que dice "aguarde un instante, se le transferirá una llamada"

"..."

Esperas.

*Melodía*

Esperas.

Sientes que conecta la línea.

Y cuando estás a punto de hablar, "click".

Se vuelve a cortar.

Es entonces cuando comienzas a elaborar en tu cabeza una lista con todas las probabilidades.

Pero no necesitas pensar demasiado; sabes que reconoces esa voz que te dijo que aguardaras un instante.

Seguro que era propaganda.

Por poco te llevas media casa puesta; y todo, para nada.

Y ¿para qué? ¡Si ya sabías que a vos nadie te llama!

viernes, 15 de enero de 2010

River flows in you

Cuando escuché este tema del pianista Yiruma, lo 1ero que hice fue ver si tenía letra xD Me encantó esta melodía, la verdad; es hermosísima. Pero bueh, la cuestión es que busqué, y encontré una que no me gustó (xD). Y me dije "por qué no la escribo yo?" xD
En fin, traté de situarme en lo que le pasa a un pj de un libro y, después de un par de días intentando escribirla, terminé con esta versión:

Hoy estoy aquí otra vez
pensando en tí.
Porque aunque trate de olvidar,
tu recuerdo viene a mí.


Es que en mi memoria
sigue viva todavía
tu mirada, tu perfume,
tu piel y tu voz.


Yo ya no soporto el vacío de tu ausencia
y esta presión en el pecho que me quiebra.
Si estuvieras conmigo
quizá no sentiría este frío
que congela mi existencia.


No puedo evitar imaginarme qué habría pasado
si te hubiera conocido en otra época,
con otro nombre;
en otras circunstancias,
quizás me hubieras querido... más.


Siento que fuimos peones
en este juego de amor,
y que no pude vencer
al destino que nos separó.


Y sé que no podré tenerte a mi lado nunca más,
que lo nuestro no puede ser.
Cómo (me) duele este amor...


Yo ya no soporto el vacío de tu ausencia
y esta presión en el pecho que me quiebra.
Si estuvieras conmigo
quizá no sentiría este frío
que congela mi existencia.


En todo mi ser fluye como un río
un veneno que exige a gritos tu presencia,
que me intoxica, que me atormenta,
que me destroza poco a poco y con gran fuerza.


Ya no sé cómo describir con palabras
este sentimiento desgarrador,
que me inunda de tí.


Mejores amigos fuimos una vez,
hoy nada somos.
Y te extraño.
Y te amo.
Aunque sea en sueños, ven y acompañame/a mí.


Te esperaré.