jueves, 18 de febrero de 2010

Sujetada

Busco algo que no puedo encontrar
y, aunque no sé con seguridad de qué se trata,
lo deseo con mucha ansiedad.


Pero es un sentimiento inconstante,
pues no siempre me avasalla;
¿por qué soy tan bipolar?


En ocasiones, mi optimismo me sobrepasa;
y llena de expectativas, metas y de esperanza,
me sumerjo en incontables quimeras.


Mas cuando las sombras exigen obediencia,
todo aquello que me falta
demanda su presencia.


Es en esas circunstancias
en las que la soledad, el temor y el hastío
se arrebatan de mi ser.


Desganada, desanimada
y con un indescriptible anhelo de "huir",
me encuentro aprehendida a mí.


Aunque trate de no pensar,
no lo puedo evitar.
Y aquello que tanto ansiaba
de pronto no tiene importancia.


Querer y no querer van de la mano,
como dos inseparables hermanos.
Ultimamente, yo me siento en el medio,
tratando de disociarlos.


Llego a un punto en que nada es trascendente,
o así pareciera ser.
Quizás sólo sea un vano intento de evasión.


De cualquier forma, no me aguanto más.

lunes, 8 de febrero de 2010

Mi dulce tentación

Su aroma me atrae,
su color me seduce,
pero su sabor... su sabor me aprisiona.


De una tonalidad escarlata
me envuelve su esencia;
y con cada mordida,
me mantiene cautiva.


¿Qué será lo que me hace sentir
esta aceptación incondicional?
Fiel devota de sus encantos,
me las devoro sin pensar.


Con crema o sin crema;
con azúcar; como sea,
yo las mitifico
por su delicia.


Y aunque me hagan daño,
frutillas, se los digo:
¡cómo las adoro!