viernes, 23 de julio de 2010

Nada

Me enfrenté a la página en blanco con una ferviente necesidad de escribir. Pero cuando intentaba poner en palabras lo que sentía, nada salía. ¿Qué era exactamente lo que quería decir? ¿Qué era exactamente lo que sentía? ¿y lo que quería hacer?

Miraba el reloj.

Miraba la pantalla.

Pensaba.

Intentaba concentrarme.

Pero nada.

Completamente bloqueada.

Entonces, empecé a anotar las ideas a medida que venían a mi cabeza.

Ésta es la última de esas líneas de pensamiento.

viernes, 2 de julio de 2010

Concepciones del yo (?) xD

Hablar acerca del "yo", tratar de comprender y poder definir cómo se forma o transforma nuestra identidad creo que es uno de los temas más interesantes que hay para pensar. Hoy estuve leyendo un libro para la facultad que mencionaba en algunas partes cómo la lectura podía influir en la configuración de la personalidad del lector; ya sea si lee una obra entera, unas palabras o sólamente una frase. Si logra llegar a su interior, a sus sentimientos, puede generar un cambio en el modo en que éste se concibe a sí mismo e interactúa con el mundo que le rodea.

Mientras seguía leyendo, me acordaba de algunas cuestiones que venía pensando hace un tiempo y de la opinión de un@s amig@s sobre el tema. Finalmente, me descubrí a mí misma encontrando una respuesta, que paso a desarrollar xD

Muchas personas piensan que se trata de un proceso en el que uno va descubriéndose a sí mismo, mientras que otras creen que el "yo" es algo que se construye o se relaciona con una propia percepción. En realidad, yo considero que se trata mas bien de un conjunto de 3 aspectos:

-Por un lado, se encuentran los factores externos e internos que, de forma consciente o inconscente, van configurando nuestra manera de ser, de pensar e influyen en el modo en que sentimos y nos comportamos. Las relaciones interpersonales y los diversos ámbitos en los que nos desenvolvemos dejan algo impregnado en nuestro ser que, en algún momento, se manifiesta.

-Por otro lado, está la imagen que cada uno tiene de sí mismo. En este aspecto incluyo tanto aquello que percibimos que somos, como lo que queremos ser y mostrar ante otros. Es decir, la personalidad que uno cree tener, que intenta proyectar, y la que desea alcanzar. Por ejemplo, una persona muy insegura puede desear llegar a tener determinación para tomar decisiones.

-La 3era. cuestión se relaciona con la imagen que las otras personas tienen de uno. En este caso en particular entra en discordia aquello que uno quiere proyectar o transmitir con lo que realmente demuestra. El problema se basa fundamentalmente en el hecho de que en la comunicación humana cada uno vé la realidad desde su propia perpectiva, y todo su "yo" interviene en la forma en que interpreta lo que el otro dice/hace. Esta disonancia que se provoca puede ser tanto positiva como negativa. Por ejemplo, una persona puede pensar que es mala, insensible o inútil, pero otra cree que está errada en su concepción ya que vé en ella actitudes, pensamientos, cualidades que quizás no son apreciadas o percibidas por el individuo en cuestión. O también puede darse el caso en el que uno le dice a alguien que lo quiere mucho y que le importa, pero su receptor no lo siente así.

En este caso, la respuesta a la pregunta de cómo es tal persona estaría en manos de aquella con la que se relaciona. Lo interesante es que no hay sólamente un "otro", sino que hay un grupo de "otros" con los que uno se vincula. Así, cada uno de ellos puede llegar a definirnos de diferente manera. Supongamos este caso: Fulanito puede tener una amistad íntima conmigo; la confianza que tenemos es tal que hablamos de cualquier cosa sin ningún problema. Ahora, a la vez, yo soy compañera de la facultad de Fulanita. Ella es una persona amable, simpática; alguien con quien me llevo muy bien y siempre nos juntamos para estudiar. Para mí, tenemos una relación simétrica. Sin embargo, ella quiere algo más que ser sólo mi compañera; ella quisiera ser mi amiga. Entonces, ella intenta acercarse y me cuenta cosas de su vida; abre su corazón. Pero como yo no me doy cuenta de eso, marco ciertos límites y pongo un muro invisible en el medio. Sea de forma consciente o no, establezco una diferencia en mi actitud para con uno y el otro.

Pasemos a pedirles a Fulanito y Fulanita que describan mi forma de ser. Él probablemente diga que soy una persona abierta, con la que se siente a gusto y puede hablar de lo que sea; ella, en cambio, va a decir que no soy muy sociable y que nunca comparto muchas cosas sobre mí.

Y entonces, ¿quién tiene razón?

¿Cómo somos, en verdad?

La respuesta a la que llegué es que no somos una materia homógenea; no tenemos un solo "yo". Va a haber ciertas características que sí van a constituir nuestra base, por decirlo de algun modo, y van a formar parte de nuestros "atributos" fundamentales. Pero, nuestra identidad no es única ni estática, sino que dentro de nosotros mismos, tenemos personalidades múltiples que constantemente se están reconfigurando. Esto, desde luego, no es algo patológico. Simplemente intento plantear que tenemos un "yo" "tripartito":

-Uno, que va a estar influido por nuestro entorno, que nos va a formar y a inculcar ciertos valores y creencias.

-Otro, que se relaciona con el modo en que nos percibimos, con lo que cada uno cree que puede hacer, y que es.

-Y por último, uno cambiante, que va a estar condicionado por la persona con la que uno se relacione. Dicha persona va a sacar lo mejor o lo peor de nuestro ser. Cualquier palabra suya, cualquier gesto, expresión o actitud va a influir en uno, va a hacer que responda o actúe de determinada manera y hasta quizás va a ser capaz de provocar que descubra un nuevo potencial: algo oculto que uno no sabía que "era", que podía sentir, pensar, o querer.